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Me pagan por fingir que ligo: trabajo como perfil falso para una web de citas española

«Mi trabajo consiste en ser gancho en webs de citas. Me hago pasar por mujeres que no soy en páginas de contactos. Soy algo así como un ‘bot humano’ —vaya paradoja— que hace que los usuarios de las webs para las que trabajo se mantengan en ellas creyendo que están ligando, pensando que tienen posibilidad de conseguir citas para que así sigan pagando por sus servicios». Lo cuenta Isabel*, una mujer española que no quiere revelar su nombre real ni su edad porque ni puede ni quiere exponerse a que cierren la plataforma que le da sustento tanto a ella como a un familiar que depende económicamente de ella.

«Siempre he sido una persona muy de principios, así que me he sentido mal desde el día que empecé a hacerlo hasta hoy, porque no solo estoy engañando a gente sino a gente que muchas veces está muy sola. Pero mis principios acaban cuando empieza el hambre», dice con contundencia y tristeza. Le pagan por mensaje: depende de cuántos envíe, de con cuántas personas finja estar ligando, cobra más o menos dinero. Ha llegado a ganar 1700 euros al mes.

Encontró la oferta en internet durante una situación vital desesperada. «Necesitaba un empleo que me permitiera flexibilidad y teletrabajar porque tenía personas a mi cargo. Aceptar un empleo precario fuera de casa implicaba invertir casi todo mi sueldo en pagar a alguien que cuidara a los familiares que dependían de mí, así que primero probé como teleoperadora en una línea erótica. Me inscribí y me aceptaron, pero nunca me pasaron una llamada. Googleando ‘trabajar por Internet’, llegué a una página web en la que una empresa anunciaba la posibilidad de ganar dinero desde casa con, según decían, los «pagos más altos que puedes encontrar».

«‘¿Estás buscando un ingreso extra desde casa o trabajar a tiempo completo? ¿Tienes imaginación? ¿Eres de mente abierta y creativa? El trabajo como operador puede ser algo para ti’, anunciaban. Me puse en contacto con ellos, empecé a trabajar y, aunque al principio pensé que podía ser una estafa también para mí, que no iban a pagarme por lo extraño que era todo, a la semana siguiente tenía el dinero ingresado en mi cuenta», añade. Nunca ha visto a nadie de la empresa ni nadie de la empresa la ha visto a ella. Se comunican únicamente por email y recibe sus pagos semanales religiosamente según la cantidad de mensajes que haya enviado. Visita nuestra pagina de Sexchop y ver nuestros productos calientes.

Isabel me enseña la interfaz con la que trabaja. Una pantalla de inicio con varios avisos da la bienvenida. Uno de ellos reza «para todos los operadores, evitad el abuso de determinadas frases y palabras: ‘qué tal tu día, qué tal tu semana, etc…’, al finalizar los mensajes ‘un beso, un besito, etc…’, mostrar poco interés con ‘cuéntame de ti’, ‘¿estás en línea?’ ‘¿puedes hablar ahora’ y similares. Totalmente prohibido, revisar manual de operadores 2.7, Mensajes no permitidos».

«Cada uno de los usuarios aparece en el interfaz con un color, que indica cuántos mensajes ha comprado el usuario y cuántos le quedan por consumir. Según sea este número la conversación ha de adquirir unos tintes u otros, siempre con el objetivo de que compre más»

Efectivamente, cuando empezó en esto recibió un manual, que también me muestra. Es un PDF de 13 páginas donde se especifica todo lo necesario para utilizar la web a través de la cual se envían los mensajes falsos a los usuarios estafados. Las explicaciones empiezan por el contador de ganancias, es decir, lo que lleva ganado según los mensajes enviados la trabajadora o el trabajador y termina con el aviso de que, antes de ser enviados, todos y cada uno de los chats son revisados por personal dedicado a corregir: en caso de incurrir en algún error, se le notifica al trabajador qué está mal para que pueda corregirlo.

Porque sí, también hay pautas para escribir los mensajes a los usuarios, que pagan por responder, y ahí está el negocio. Cada uno de ellos aparece en la interfaz con un color, que indica cuántos mensajes ha comprado el usuario y cuántos le quedan por consumir. Según sea este número, la conversación ha de adquirir unos tintes u otros, siempre con el objetivo de que compre más.

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Algunas mujeres se ponen calientes justo antes de tener su periodo

Durante muchos años, asocié el síndrome premenstrual (PMS) con un momento en que no tenía ningún interés en el sexo. Es decir, quería comer chocolate y carbohidratos, pero lo que sentía hacia mi pareja era o una furia total por dejar el asiento del escusado levantado o querer estrangularlo incluso con solo rozarme. El dolor en los senos, el estómago inflamado y las migrañas provocadas por las hormonas y el estreñimiento tampoco ayudaban.

Pero luego, después de pasar dos embarazos y algunos años de lactancia –que hicieron que mis hormonas y ciclos se volvieran inestables– noté que algo extrañamente increíble comenzó a suceder. Me daban los síntomas comunes de PMS, donde incluso la idea de tener sexo me causaba náuseas. Y luego, un día antes de que llegara mi periodo, me ponía muy caliente y quería tener sexo. Durante el acto, tenía un orgasmo después del orgasmo, como si mi cuerpo liberara todo lo que había guardado esa semana de PMS. Efectivamente, al día siguiente, comenzaba a sangrar. No estaba segura de qué hacer, pero definitivamente era algo que mi esposo y yo notábamos (y disfrutábamos) cada mes.

Hace poco, mis amigas y yo estábamos platicando sobre el síndrome premenstrual y el sexo (porque, por supuesto), resultó que no era la única que experimentaba el fenómeno y varias me contaron historias casi idénticas.

«Siempre me pongo caliente justo antes de que comience mi periodo», dice mi amiga Katie Smith, de Bowdoinham, Vermont. «Cuando era adolescente me hacía sentir un poco extraña. ¡De adulto, me encanta! No hay nada como un orgasmo para aliviar mis cólicos e irritabilidad».

Mi amiga Jordan (que pidió omitir su apellido), de San José, California, tenía una historia similar a la mía, donde la tendencia comenzó a suceder a medida que crecía, después de que sus hijos nacieran. «Antes de que naciera mi hijo –que ya tiene nueve años– mi deseo sexual raramente era determinado por mi ciclo, excepto, por supuesto, cuando ovulaba», dice Jordan. «Entonces, cuando mi hijo cumplió dos años, noté algo curioso: después de los primeros cuatro o cinco días de PMS en los que mi esposo sabía que probablemente no querría tener sexo, me di cuenta de que tenía una feroz necesidad de hacerle el amor, justo el día antes de que llegara mi período».

Jordan dice que incluso puede saber cuándo llegará su período en función de su repentino aumento de apetito sexual. Otra amiga, Amanda Finch, de Queens, Nueva York, está de acuerdo con ella, incluso dice que cree que tener sexo hace que llegue su periodo. «Si tengo relaciones sexuales el día 27 o 28, cuando estoy muy, muy caliente, mi período llega 12 horas después», me dice Amanda, y agrega que algo le dice que tener sexo «hace que las cosas se muevan allí» y que llegue el flujo. Comparto la experiencia de Amanda: a mí a veces me llega el periodo horas después de haber tenido sexo, como si las contracciones producidas por el orgasmo lo provocaran. Sé que desde un punto de vista puramente científico, los orgasmos no provocan el periodo. Solo aparece en mi libro favorito sobre el sistema reproductivo, Our Bodies, Ourselves, que he estado leyendo

desde que era adolescente. Si no concebimos durante la ovulación, escriben los autores del libro, «el cuerpo lúteo [estructura endocrina involucrada en la ovulación y el embarazo prematuro] se reabsorbe en el ovario… y los niveles hormonales disminuyen; este es el desencadenante que causa la menstruación».

Pero ya sea que el sexo afecte o no el momento exacto de nuestros periodos, querer tener sexo (y orgasmos) en abundancia justo antes de que lleguen nuestros periodos definitivamente es algo común, al menos para algunas mujeres. Y como siempre he sido adicta al sistema reproductivo femenino (no me juzguen), tuve una compulsión persistente por llegar al fondo de esto. Así que me puse en contacto con Leah Millheiser, obstetra/ginecóloga y profesora asistente en la Universidad de Stanford, que pudo esclarecer la situación. Ella me dijo algo muy importante. «Primero, comencemos con este hecho», dice Millheiser. «Las investigaciones nunca han mostrado resultados consistentes cuando se trata de determinar cómo el ciclo menstrual afecta el deseo sexual». Sin embargo, Millheiser reconoce que la excitación el día anterior al periodo es muy común para algunas mujeres, e incluso tiene algunas teorías sobre el porqué. «Aquí hay factores biológicos y psicológicos en juego», me dice Millheiser. «Algunas mujeres están muy ‘de humor’ justo antes o incluso durante sus períodos debido al riesgo reducido de embarazo. Otras mujeres disfrutan del sexo durante este tiempo porque les ayuda con sus síntomas de PMS, como los cólicos», explica. Por supuesto, Millheiser sería negligente si no agregara que muchas mujeres ven un aumento notable en su deseo sexual durante la ovulación (semana tres en un ciclo de cuatro semanas), que puede explicarse por ese impulso evolutivo persistente para procrear. «Esto puede tener que ver con el hecho de que son más fértiles durante ese tiempo», dice. Pero aunque la excitación durante la ovulación parece ser un hecho para muchas mujeres que conozco, la mayoría no habla mucho sobre la calentura del día anterior a su periodo. La explicación de Millheiser de por qué algunas mujeres ven ese aumento de excitación un día antes del período concuerda bien con mi experiencia y la experiencia de muchas de mis amigas. El sexo parece aliviarle los cólicos a muchas mujeres, y sin duda, una ventaja adicional es que es mucho menos probable que quedes embarazada un día antes de que llegue la menstruación. Tal vez tener eso presente, junto con el hecho de que estás a punto de sangrar y probablemente no quieras tener relaciones sexuales durante unos días, sea suficiente para aumentar el apetito sexual. «Es difícil asociar realmente la libido con una hormona específica, dado que hay muchas cosas que impactan el deseo sexual», dice Connie Liu, obstetra/ginecóloga en el Gallup Indian Medical Center en Nuevo México. Liu tiene una explicación diferente para ese aumento del deseo sexual antes del periodo: lo atribuye a las fluctuaciones hormonales. «El periodo de una mujer se produce con un cambio descendente en la hormona progesterona; creo que es razonable pensar que hay algunos efectos secundarios relacionados con eso, incluido el aumento del apetito sexual», explica.

La explicación de Liu coincide exactamente con mi experiencia: una semana de sentir esos terribles síntomas de PMS –y muy probablemente provocados por los altos niveles de progesterona durante la fase lútea de mi ciclo; y luego, ese día antes de sangrar, lo que se siente como un cambio rápido (y encantador) en mis hormonas. Aún así, Millheiser y Liu enfatizan que no hay una tendencia constante cuando se trata de esta investigación. «Es imposible aplicar una visión general cuando se trata de interés sexual y el ciclo menstrual», dice Millheiser. Por supuesto, todos los cuerpos son diferentes e incluso cambian a lo largo de la vida. Imagino que mi cuerpo ha cambiado y cambiara, sobre todo en unos años cuando esté cerca de la menopausia y todo vuelva a estar fuera de control.

Cualquiera que sea el caso, para mi es muy real el hecho de querer tener sexo justo antes del periodo. Y si alguna vez satisfago o no mi curiosidad sobre el «porqué», voy a seguir adelante y disfrutar al máximo. Visita nuestra pagina de Sexshop online y ver nuestros productos calientes.

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Hombres heteros recuerdan la primera vez que se sintieron atraídos por mujeres trans

Mi primer novio era un chico heterosexual del Bronx. Alex, que no es su nombre real, era inteligente y guapo, pero sufría ansiedad social. Le daba demasiado miedo dejarse ver conmigo en público, así que durante los seis meses que duró nuestra relación, no salimos de mi casa de Brooklyn. Cuando el padre de Alex se enteró de que estábamos juntos, se puso histérico y me acusó de haber mentido. Más tarde, Alex me contó que su padre había reconocido que pegó a una chica trans por “engañarle” cuando era joven. Visita nuestra pagina de Sexshop chile y ver nuestros productos calientes.

Intenté consolar a Alex, pero no estoy segura de que sirviese de mucho. Cuando pienso en aquel entonces, creo que lo que realmente habría necesitado era un amigo hetero para que le dijera que no pasaba nada, que esa atracción por mí no era peligrosa; pero es imposible que los hombres heterosexuales lleguen a ese nivel de comunicación. Cada semana, miles de ellos contactan conmigo a través de aplicaciones para ligar, pero hay muchos que no se atreven a quedar en público y suelen poner la excusa de que son “discretos” o que les gusta hacerlo “en privado”.

El significado oculto que hay detrás de ello es que muchos hombres que se sienten atraídos por mujeres trans terminan viviendo una mentira y en los peores casos esta termina explotando en rabia y violencia contra las mujeres trans por poner en riesgo su masculinidad.

Sin embargo, también hay cisheteros que se esfuerzan por romper ese silencio: hablé con cuatro de ellos, de distintas generaciones, sobre cómo se enfrentan al tabú que supone estar enamorados de mujeres trans.

«La primera vez que quedé con una mujer trans fue en 1983. Yo tenía 19 años y ella, 17. No descubrí que era trans hasta seis semanas después, ya que no sabía lo que significaba en aquel entonces; solo sabía que me atraía mucho»

Chris, de 57 años, es un empresario blanco y trabajador sexual; Troy, de 55 años, padre y abuelo negro especialista en finanzas; Joel, de 37 años, analista de sistemas de información negro; y Jeremy, de 20 años, universitario negro de la ciudad de Nueva York.

Las entrevistas se han editado y reducido para que sean más claras.

VICE: ¿Cuándo os disteis cuenta de que os atraían las mujeres trans?
Chris: Al final de la adolescencia, cuando iba a la universidad, una vez mis amigos se pasaban una foto de una mujer trans con un pene enorme y se reían. Yo, en cambio, me sentí muy atraído por la foto.

Troy: La primera vez que quedé con una mujer trans fue en 1983. Yo tenía 19 años y ella, 17. Se encontraba en apuros y me ofrecí a llevarla a casa. No descubrí que era trans hasta seis semanas después, ya que no sabía lo que significaba en aquel entonces; solo sabía que me atraía mucho.

Jeremy: Me di cuenta de que me interesaban las mujeres trans al ver porno trans cuando era adolescente. Antes de eso, ya las había normalizado con Robin Byrd Show cuando tenía unos ocho años y vi que no eran distintas de las otras mujeres.

Joel: Mi atracción empezó con la pornografía y al final terminé yéndome con prostitutas.

MIRA:

VICE: ¿Qué fue lo siguiente que ocurrió?
Troy: Literalmente creé dos vidas independientes: en una era un hombre heteronormativo, casado y con una familia; en la otra, era un tío familiarizado con las chicas trans y salía con ellas.

Joel: Volví a salir con chicas cis y no volví a salir de nuevo con trans hasta que pasó un tiempo por la humillación que supone para los afroamericanos, por el peligro que corría si descubrían que salía con mujeres trans, pero sabía que no era feliz saliendo con mujeres cis. En 2017, decidí que ya me había cansado de lo que pensase la gente y cedí ante el deseo de conocer y salir con chicas trans de manera seria. En 2018, por fin conocí a una chica y tuve citas de verdad. En aquel entonces, Pose me ayudó a lanzarme con mi atracción por las mujeres trans.

Chris: Llegó un punto en que empecé a quedar con prostitutas trans. No con muchas, porque no me lo podía permitir, pero “experimentaba”. Fue entonces cuando conocí a varias mujeres en chats de internet, en Facebook, etc. Me convertí en una especie de sugar daddy y quedaba con ellas cuando tenía la ocasión.

Jeremy: Después de empezar a masturbarme con porno trans, comencé a buscar chicas trans por internet. Luego, me descargué Grindr con 18 años y allí conocí a la primera chica trans. Fue una buena experiencia, así que quedé con otras 8 o 10 mujeres trans.

VICE: ¿Consideráis importante que una mujer trans “pase por una mujer cishetero”? Por otra parte, ¿medís vuestra atracción `pr las mujeres trans en función de si se encuentran en la fase previa a la operación, en el postoperatorio o de si no han pasado por ninguna de estas fases?
Troy: “Pasar por mujeres” es muy subjetivo. Algunas de las mujeres más hermosas del mundo son trans y se ve que lo son; creo que lo más importante reside en las vibraciones femeninas que transmitan. Yo prefiero a las que se encuentran en la fase previa a la operación y a las que no se han operado.

Joel: Hasta ahora, solo he salido con dos mujeres trans, y se encontraban en la fase previa a la operación, pero también estoy abierto a salir con aquellas que se han operado.

Jeremy: La pregunta me resulta rara porque la idea de “pasar por mujer” depende mucho de la situación y cambia según cada persona, así que solo me atraen las personas trans que me parecen atractivas. No me importa si están operadas o no, he salido con mujeres en ambas fases y creo que no tengo ninguna preferencia.

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Cómo decir que eres trans cuando estás ligando con alguien

La atracción por personas en situación de transexualidad es algo que no se ha trabajado en profundidad, para el relato mayoritario la erótica de estas personas no existe, pues siempre hemos sido retratadas desde una óptica de lo feo y lo monstruoso, y también se ha asumido que una vez resuelta la dificultad de que el resto del mundo nos vea como quienes realmente somos, se acabó el conflicto, se acabaron los problemas. Nuestro mayor conflicto ha desaparecido.

Hablar de lo trans, de infancias y adolescencias trans, de hombres con vulva y mujeres con pene, o de los procesos médicos y legales por los que pasan muchas personas es cada vez más frecuente. En los últimos años han sucedido hechos concretos por los cuales lo trans ha pasado de estar en los márgenes a formar parte de las conversaciones de muchas personas.

MIRA:

La visibilización de familias y de menores en situación de transexualidad, cuando anteriormente solo cabía su existencia en la adultez ligada a diferentes procesos médicos y a relatos como el de “los cuerpos equivocados” o las “almas masculinas/femeninas metidas en cuerpos de que no son el suyo” están dando pasos a otros contextos donde la situación trans es asumida a una edad cada vez menor y donde se destierran mitos como el del capricho o el estilo de vida. Nos encontraremos, cada vez más, con personas que tienen integrados sus caracteres sexuales (entre ellos sus genitales) en sus vidas con personas que no necesariamente van a querer modificar sus cuerpos a través de procesos hormonales y/o cirugías.

Acciones reaccionarias mediante (baste recordar a cierto bus naranja que decía que no había niñas con pene y niños con vulva), adolescentes y jóvenes se están encontrando con terrenos farragosos a los que enfrentarse por primera vez.

Sin embargo, como decía, los anhelos eróticos, de pareja o en el ámbito de las relaciones interpersonales rara vez se han trabajado. Falta hablar de ello, y faltan referencias para poder explicar(se).

Escena 1: Interior noche

— Chico: Hola, ¿qué tal? ¿Sueles frecuentar este bar?

— Chica: Sí, bueno… He venido algunas veces… Con amigos…

— Chico: He de decirte que te he visto y no he podido evitar acercarme y preguntar cualquier cosa… Quería hablar contigo (se sonroja). Me gustaría hablar a solas contigo, ¿nos vamos ahí y charlamos ?

-Chica: Ehhh… Bueno… NO… (huye).

Historias como ésta son frecuentes en relatos que me plantean muchos jóvenes en situación trans. Por ello, no es de extrañar que muchos jóvenes en esta situación huyan de escenas comprometidas como las de arriba, y que cuando no huyen de ellas el desencuentro con sus pretendientes tenga un elevado coste sobre su autoestima.

Es frecuente esta pregunta que me hacen muchos jóvenes cuando trabajamos estos temas en talleres: ¿tú cómo lo dices?. Y es que, admitámoslo: va a llegar algún momento en el que lo vamos a tener que decir. Por ser alguien con unos genitales no ajustados a la norma (y por tanto, inesperados), si alguien tiene un interés erótico en nosotras/os/es (y por ende, en nuestros genitales), nos toca pasar por el trago de hablar de esa zona del cuerpo del que nadie tiene que dar explicaciones antes de tiempo.

«La atracción por personas en situación de transexualidad es algo que no se ha trabajado en profundidad, para el relato mayoritario la erótica de estas personas no existe»

También tocará gestionar el desconcierto del otro, y las posibles preguntas basadas en mitos como: “Entonces… ¿Qué eres?”, “ o “Ah… ¿Y cuándo te vas a operar?”, o incluso el consabido “Pero entonces… ¿Te dedicas a la prostitución? ¿Cuánto cobras?”. Lo más importante es dejar claro que muchas de estas preguntas no tienen un interés malicioso, sino que forman parte del desconocimiento, y de la falta de educación sexual que en general arrastramos como sociedad.

Es probable que incluso el chico o la chica que mostró interés por esa persona en situación trans empiece a cuestionar su propia orientación sexual. Al fin y al cabo, se rompe la premisa de que si nos gustan los chicos es porque nos gustan los penes, y el correlato de chica = vulva, chico = pene (aunque los genitales de la gente, también de la que nos gusta, permanezcan tapados casi siempre).

El passing, que es el término que se usa para referirse a aquellas chicas que “pasan por” chicas nacidas con vulva y chicos nacidos con pene (es decir, a los que erróneamente llaman “chicas/chicos biológicos” o, más recientemente, chicas y chicos cis), sigue siendo fundamental en esto del ligoteo.

Se asume que el objetivo de la gente trans es ese passing, pero ésta asunción es problemática porque nos introduce de lleno en la tiranía de la belleza normativa, la estándar, esa que hay que conseguir como meta aspiracional para tener éxito, también, en el plano erótico. Y porque se asume que las personas que no tengan passing quedan fuera del terreno de la seducción, incluida la sanción social a quien siente atracción por alguien que, simplemente, “no pasa”. Visita nuestra pagina de Sexshop y ver nuestros productos calientes.

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Varias cam girls nos cuentan cuánto ganan

Hay muchas formas de ganarse la vida desde la cama, pero ninguna parece tan glamurosa como la de las cam girls. La profesión es cada vez más conocida, lo que provoca un aumento del número de personas que la practican, según afirma Elysia Downings, una cam girl de 29 años de Derbyshire, Inglaterra. “Cada vez hay más competencia, sin duda”, me cuenta.

Los datos lo corroboran. La principal plataforma del Reino Unido especializada en este tipo de vídeos, AdultWork, asegura que en un momento dado puede haber hasta 50 000 profesionales trabajando en su sitio. Si bien es complicado determinar con exactitud cuánto dinero genera este sector, en 2014 la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido estimó que este tipo de trabajo sexual movió más de 6000 millones de euros.

Pero, ¿cuánto ganan las propias cam girls, en realidad? En lo que respecta al dinero, los conceptos “mucho” y “poco” son muy relativos, así que decidí averiguar de una vez por todas hasta qué punto es lucrativo este trabajo preguntando a varias cam girls.

VICE: ¿Crees que la gente tiene una idea equivocada de lo que ganáis las cam girls?
Elysia Downings: Me parece que hay mucha desinformación al respecto. Se creen que es un trabajo sencillo que no requiere ninguna inversión ni habilidad, cuando no es para nada el caso. Si se paga bien es porque quien actúa delante de la cámara es buena profesional, como pasa en todas partes.

¿Tenías idea de cuánto podrías llegar a ganar antes de meterte a cam girl?
¡La verdad es que no! En mi caso era el último recurso, porque perdí el trabajo y soy madre soltera de un niño. Al principio, firmé un contrato con la agencia Off The Record y la primera semana me llevé 700 libras (casi 800 euros). ¡Me quedé flipada! Entonces supe que había tomado la decisión correcta.

¿Cómo funciona este mundillo? ¿Quién te paga y cómo?
Pues me conecto en AdultWork y enciendo la cámara. Las tarifas se calculan por minuto y varían según la chica. Por ejemplo, yo cobro 2 libras por minuto para chats de grupo, que es cuando hay varias personas en la misma sala. En esos casos, te pueden dar propina. Una vez me tocó un grupo de tíos que me daban 10 libras de propina cada vez que me azotaba el culo. Fue una locura, pero muy empoderador. Para los vídeos con una sola persona, cobro 4 libras / minuto, y si hago noche findom, 8 libras / minuto. Pago el 35 por ciento de todo lo que gano a AdultWork, el 5 por ciento a mi agencia y el 3 por ciento a otro proveedor de software. También hago trabajos extra como sugar baby para ganar algo más de dinero. Visita nuestra pagina de Sexchop y ver nuestros productos calientes.

VICE: ¿Cuál es la mayor suma que has llegado a ganar en una semana?
¡Unas 5000 libras! Pero he de decir que una vez tuve un turno de ocho horas en el que solo gané 0,81 libras. Es muy variable. Es un trabajo en que ganas lo que inviertes: cuantas más horas hagas, más clientes nuevos y habituales tendrás. ¡Lo cierto es que no hay límites!

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¿Se desgastan las fantasías sexuales de tanto usarlas? Una sexóloga responde

Es un hecho: a los que no tienen la suerte o la desgracia de estar confinados con sus parejas durante esta cuarentena les pasan cosas. A ver, cosas nos pasan a todos, pero a ellos les pasan cosas que no le ocurren al resto, igual que al resto le ocurren cosas que no les pasan a ellos. Y algunas de esas cosas están en relación con las artes amatorias; como estar más salidos que un bonobo, tener, de repente, más vicio que la vara de un pastor, no saber si darse o no al sexting desenfrenado (si es que el sexting puede ser tal cosa) o como plantearse constantemente por qué ese ardor repentino si llevan ya dos años sin follar o por qué aparece de manera recurrente y constante esa fantasía que nunca antes había aparecido, o no tanto o no con tanta fuerza.

Las causísticas del confinamiento son infinitas y no lo digo yo, lo dice Pedro Sánchez. También en lo relativo a las relaciones. Pero, de entre toda esa maraña de circunstancias particulares, de entre toda esa lista de diversas y casi infinitas particularidades que atraviesan nuestros confinamientos hoy nos centraremos en una: la del que está en casa aislado y separado de su pareja o sus parejas sexuales, incluso de las potenciales.

La del que ve cómo en él nace el impulso de masturbarse pensando en ella o en ellas, la del que experimenta como, durante estos días, la misma fantasía se repite una y otra vez con la misma persona, se haya dado o no con ella la cópula, vaya a darse o no con ella la cópula. Y, en esta tesitura, se plantea si, como el amor del que hablaba la Jurado, las fantasías sexuales pueden romperse de tanto usarlas. Si la pajoteca se acaba desgastando. Si, llegado el momento, el acto sexual con una persona concreta en la que se ha pensado mucho puede llegar a ser decepcionante precisamente por haberse pensado tanto.

«La imaginación y las fantasías sexuales son positivas para nuestra salud sexual, lo que sí es cierto es que las expectativas deben ser realistas. Muchas veces podemos fantasear con tener relaciones sexuales en situaciones idílicas, que hemos podido ver en una película o que imaginamos, y por tanto ponemos en ella unas expectativas muy altas que luego son muy difíciles de cumplir. Pero si estas son realistas no tienen por qué perjudicarnos sino que pueden mejorar después nuestra sexualidad y cómo la vivimos, pueden ser positivas para un acto sexual posterior», explica Carme Sánchez Martín, psicóloga clínica y sexóloga que trabaja para el Instituto de Urología Serrate & Ribal.

A la hora de tener fantasías sexuales, añade, y como consecuencia de lo anterior, es muy importante que tengamos en cuenta algo: que lo que ficcionamos, lo que imaginamos, nunca se corresponde fielmente con la realidad. «Incluso a veces, ¿por qué no? La realidad puede ser mejor», dice. «Teniendo eso en cuenta, podemos fantasear con lo que nos apetezca sin temores, pero siempre abiertos a que la realidad sea diferente, porque al final en nuestras fantasías somos el director o la directora de nuestra película, pero cuando tenemos relaciones con otra persona en la ecuación entra también su perspectiva, sus fantasías, sus ideas, así que hay que aceptar que, a la hora de llevar a cabo lo que hemos imaginado esto puede verse modulado y cambiado por la actitud, el comportamiento y el sentir de la otra persona», añade.

«Si ya has tenido sexo con ella o lo tienes habitualmente en tus fantasías no irás mucho más allá de lo que crees que esa persona te va a permitir luego»

Partiendo de que si nunca hemos tenido sexo con la persona que protagoniza nuestras fantasías la mejor premisa para que después no haya chascos es ser medianamente realista, pongámonos en otro supuesto: ¿qué ocurre si quien protagoniza nuestras fantasías es alguien con quien ya se ha dado el acoplamiento, con quien ya hemos yacido, con quien hemos fabricado una serie de recuerdos que hemos procedido a almacenar y clasificar en nuestra pajoteca y no dejamos de tirar de ellos? ¿Se desgastan, en este caso? ¿Puede que reproducir ciertos recuerdos una y otra vez en nuestra cabeza genere que, a la larga, perdamos el interés por esa persona o por el contrario, fomenta eso la libido y nos sirve para anticipar y entrenar el futuro placer y nuestro deseo por ella? Visita nuestra pagina de Sexshop online y ver nuestros productos calientes.

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‘El coronavirus me dejó sin trabajo pero ahora gano unos 1600 euros con mis nudes en OnlyFans’

Desde que el COVID-19 empezó a expandirse a lo largo y ancho del mundo, el consumo de entretenimiento para adultos ha aumentado considerablemente. Sobre todo en España, donde somos expertos en la materia y grandes consumidores de pornografía. Según un informe de PornHub, el 24 de marzo aumentaron las visitas a la página en un 61,3%, al anunciar que la oferta Premium era gratis con el fin de animar a los usuarios a quedarse en casa y evitar la expansión del virus.

Esta tendencia, es de la misma manera tangible en otras plataformas de contenido similar como OnlyFans. Javier des León de 28 años, ha sabido sacarle provecho a esta coyuntura para poder tener ingresos mientras su situación laboral se ha visto afectada por el estado de alarma. “Ha sido ahora con la cuarentena cuando he empezado a generar contenido. Como todos los trabajos que estaba haciendo como freelance se me han caído, tenía que buscar la manera de mantenerme como fuese”, me cuenta.

Lo increíble de todo esto, es que me dice que ahora mismo tiene “un sueldo mayor al que podría obtener con cualquier tipo de empleo de rango medio en España”. Desde el inicio de la crisis del coronavirus, digamos que hace un mes, Javier ha ganado unos 1600 euros con sus nudes en OnlyFans. No está mal, ¿no?

En boca de muchos estos días, la plataforma se ha convertido en una comunidad de creadores de contenido o artistas desesperados que han perdido su trabajo y necesitan dinero. Javier también lo usado como arma en contra de la censura que sufre en otras redes: “He estado poniendo todas las fotos que Instagram no me aceptaba o que me censuraba. Ya que no puedo mostrar ahí mi trabajo, me aprovecho de OnlyFans para, además de ganar dinero, evadir la censura”, concluye.

OnlyFans no deja de funcionar de forma parecida a Patreon. Pagas una suscripción de unos 5 euros para ser amigo de alguien y verlo practicar sexo con opción de canal directo de comunicación. La web se queda un 20% de las ganancias. No existe un buscador donde encuentres todo el contenido, en ese sentido la plataforma es bastante hermética, solo puedes acceder a aquellos contenidos de los que tengas el link, por lo que la única manera de llevar suscriptores al canal, es redireccionar tu canal de OnlyFans desde otras plataformas como Instagram o Twitter.

«Hay que estar 24h atenta, contestando a clientes, subiendo fotos y vídeos y recibiendo videollamadas por privado»

Podríamos pensar que basta con unos nudes reciclados y alguno nuevos más que te hagas con el móvil para poder arrancar tu perfil, pero la realidad es que no es fácil abrirse hueco en una plataforma con un millón de perfiles y en la que para poder ganar dinero tienes que tener a atender a los fans para que sigan pendientes de tu contenido.

Raquel tiene 24 años, es estilista y por lo tanto su fuente de ingresos ha desaparecido por completo. Por eso decidió hace tan solo una semana empezar en OnlyFans, pero lo está haciendo de una manera bastante dedicada. “Hay todo tipo de perfiles en OnlyFans pero yo he escogido hacerlo de una manera más elaborada porque me interesa mezclar la fotografía artística con el erotismo”, me explica. Un trabajo, que pasa por la conceptualización, producción, y la publicación, pero que no acaba ahí.

Raquel me sigue contando que “te quita bastante tiempo si quieres mantener a los suscriptores, conseguir más clientes, etc. Tienes que crear el contenido, subirlo y, además, atender a los mensajes de lo seguidores, que por eso es por lo que te están pagando también”. Eso sin nombrar la promoción en otras redes para captar nuevos clientes que comentaba antes, que es otro proceso paralelo y que requiere bastante dedicación.

Joice, de 18 años, está de acuerdo con lo que me decía Raquel y señala que “no es un trabajo de los que terminas y te olvidas. Hay que estar 24h atenta, contestando a clientes, subiendo fotos y vídeos y [como es en su caso] recibiendo videollamadas por privado”. Visita nuestra pagina de Sexshop chile y ver nuestros productos calientes.

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Cómo mantener el deseo sexual si estás confinado con tu pareja

La pandemia del COVID-19 ha creado un ambiente más estresantepara todos nosotros y muchas personas están expresando un sentimiento de «pánico y desesperación general» que ha dado un repentino golpe a su libido. Otros han encontrado el sexo poco atractivo y desean un contacto mas íntimocomo un abrazo en lugar de tener sexo.

En una encuesta reciente, realizada por NBC News a poco más de 9000 personas, concluye que sólo el 24% de las personas encuestadas cree que el brote de coronavirus había afectado positivamente a sus vidas sexuales (el 28% fue neutral y el otro 47% restante dijo que le había afectado negativamente).

Lo primero de todo es, sin embargo, entender que este cambio en nuestra libido no es algo que debamos temer y con lo que tengamos que batallar continuamente. Cuando experimentamos estrés, empezamos a crear cortisol, que es un hormona clave en la respuesta al estrés en lo que se conoce como la «reacción de lucha o huida «. Cuando nuestros cerebros están literalmente luchando por nuestra supervivencia, no es raro que estemos menos en sintonía con nuestra vida erótica y estemos menos excitados.

Por eso es importante reconocer que nuestra libido es algo que va a fluir y refluir a lo largo de nuestras vidas y presionarse a uno mismo para recuperar esa excitación puede ser un estrés añadido durante este tiempo.

¿Pero cómo podemos recuperar el deseo sexual cuando estamos atascados compartiendo el mismo espacio todo el día? Cuando se trata de nuestras relaciones, podemos vivir esta situación en la que pasamos tanto tiempo juntos de forma forzosa con pánico total. Al fin y al cabo, para la mayoría, para desear a alguien hace falta distancia y en estos días de cuarentena tenemos todo menos eso. Cuando amamos a alguien, lo queremos. Anhelamos esa cercanía y tener a esa persona a nuestro lado. Pero ahora estamos experimentando un momento en el que nuestro amante está atrapado en el mismo recinto cerrado que nosotros todo el día.

Podemos amarnos ¿pero es normal sentir que somos menos deseables o que les deseamos menos? Y aquí es donde la falta de distancia cambia un poco las cosas. El tema del deseo es probablemente el tema más común con el que tratan las parejas de relaciones a largo plazo porque a veces es difícil que los deseos de cada uno coincidan. Puede ser que tú estés más caliente que nunca, listo para empezar con los látigos y las cadenas mientras que tu pareja se pasa el día preocupada por lo que está pasando ahora mismo en el mundo.

Habla con tu pareja
En estos casos, una comunicación sexual positiva es clave. Dile a tu pareja con respeto cómo te sientes y que quizá ambos podríais no estar al mismo nivel en cuanto al deseo sexual se refiere. Yo personalmente animo a la gente a usar «declaraciones del yo» en estos casos, por ejemplo: «Con todo lo que está pasando ahora mismo, no me siento muy caliente últimamente». Por otro lado, si tu eres el que está experimentando el rechazo de tu pareja, puedes empezar con algo: «Me siento extremadamente poco atractivo o indeseable cuando rechazas mis insinuaciones».

Asegúrate de escuchar a tu pareja y de estar ahí para ella. La comunicación sexual puede ser difícil pero es esencial. Estar en una relación es un trabajo, así que no tengáis miedo en discutir los pasos que ambos podéis tomar para trabajar juntos en lo que tiene que ver con vuestro deseo.

Espacio personal
No hace falta expresar lo importante que es el espacio personal durante este tiempo de confinamiento. Dependiendo del tamaño del espacio que compartas con tu pareja, aprovecha para ganar distancia. Durante estos días se nos dice que nos lavemos constantemente las manos, que practiquemos el distanciamiento social, que no nos toquemos la cara, etc., pero recordemos que no debemos perder de vista la importancia de tocarnos a nosotros mismos y a nuestros amantes. Estos tiempos pueden ser aislantes y si no recordar el valor de la intimidad y el tacto, erótico o no, empezaremos a sentirnos solos.

Sexo de mantenimiento
Últimamente publicaciones de sobras relacionadas con la cuarentena que tratan sobre cómo mantener un horario mientras se está encerrado en casa y de cómo esto es beneficioso para la salud mental y la productividad. Poner una alarma, ducharse, vestirse para el día de trabajo y luego acomodarse en el sofá para comenzar tus horas de descanso, sin olvidar las pausas para el café y el almuerzo. ¿Entonces por qué no programar el sexo en tu horario? Entiendo completamente que no es lo más sexy y que el nombre, eso que los sexólogos llaman «sexo de mantenimiento», no ayuda. Pero escúchame, programar el sexo no tiene por qué ser algo que parezca una tarea, sino tomarse el tiempo para hacer algo que os guste a ti y a tu amante. Para aquellos que estén en casa con niños, sugeriría programar algo de sexo de mantenimiento en las horas de siesta, encajar uno rapidito durante el décimo maratón de películas infantiles o incluso mandárlos dormir sea un poco más temprano algunas noches.

La importancia de la masturbación
Dicen que la clave para volver a tener una vida sexual sana con tu pareja es la masturbación. El tiempo de soledad erótica es importante no sólo en estos días, sino que es algo que siempre recomiendo a mis pacientes. El tiempo de soledad erótica no siempre significa tomarse el tiempo para masturbarse, sino hacer algo que te haga sentir sexy . No me refiero a la idea socialmente construida de sexy, sino a lo que sea que signifique sexy para ti . Esto puede ser algo tan simple como darte un baño caliente, encender algunas velas, frotarte con loción en lentas y seductoras caricias, probarte ese vestido negro con la espalda baja y pavonearte por tu apartamento en tacones o puede significar tomarse el día para finalmente analizar tu vulva en un espejo. Tomarse este tiempo para amarse de verdad y quitarse esos malditos pijamas es definitivamente esencial en su vida diaria durante el encierro. Entonces, serás capaz de volver a encender la pasión que puedes compartir con tu pareja de nuevo.

El futuro de la cuarentena
¿Y cómo podemos manejar esto como pareja? Para algunas parejas, estar atrapados juntos en su propio espacio compartido es un sueño hecho realidad. Tal vez finalmente sean capaces de sincronizar sus horarios, pasar el tiempo cocinando, haciendo rompecabezas y por supuesto, tener sexo mañana, tarde y noche, ¿pero qué pasa si esta cuarentena dura mucho más tiempo y las cosas empiezan a ponerse tensas?

Pues lo mismo, porque para todas las parejas es importante aprovechar esta situación para echar una nueva mirada a su relación y cambiar su perspectiva. Mirad vuestra relación y vuestra vida sexual durante estos tiempos difíciles y ved lo que hay de bueno en ella y también lo que se puede trabajar. Hay dos puntos que pueden guiarte a ti y a tu pareja en este proceso de pensamiento: El primero es identificar en qué sois buenos tú y tu pareja como se puede aprovechar en estas circunstancias. El segundo, que se os da mal y cómo podéis trabajar en ello y manteneros unidos.

La cuarentena puede empezar a parecer indefinida, pero aunque no tengamos una fecha concreta en mente recuerda lo que puedes hacer cada día para mejorar tu relación y tu vida sexual. Lo que sí tenemos en abundancia ahora mismo es tiempo. Tiempo para estar más plenamente presentes con nuestras parejas. La forma en que decidamos utilizar este tiempo depende completamente de nosotros. Si estamos con una pareja que ha sentido una pérdida completa de la libido, encuentra el tiempo para trabajar con ella. Vuélvete a aprender el cuerpo del otro y encontrar sus zonas erógenas. El sexo es algo que debe traernos excitación, placer, alegría y liberación. Aprovecha este tiempo que tienes con tu pareja para encontrar nuevas formas de mostrar la intimidad del otro. Encuentra lo que te hace sentir sexy y explótaloa.

Me encantaría que las parejas supieran que nunca deben perder de vista lo que les hace sentir sexy durante todo el tiempo que están en cuarentena (a pesar de trabajar en pantalones de chándal desde el sofá). Es importante recordar que cada día va a traer sus altibajos en nuestras relaciones y que es posible trabajar a través de ellos con la comunicación adecuada, el espacio, el toque íntimo y el sexo.

Recuerda bailar, recuerda jugar, recuerda amar, recuerda besar, recuerda follar, recuerda hacer cosas por el otro, recuerda pasar tiempo a solas, pero siempre recuerda hacer las cosas que te gustan, especialmente en tu vida sexual. Ahora es el momento en que el mundo necesita más amor que nunca. Empieza desde tu casa. Visita nuestra pagina de Sexshop y ver nuestros productos calientes.

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Formas de hacer que tu vida sexual sea más emocionante

A algunas personas les gusta tener sexo con trajes de cuero y cadenas ajustadas, pero si prefieres que sea sencillo, eso no significa automáticamente que seas aburrido.

Pero si a veces piensas: ¿apoco eso es todo? ¡Pues no! Hay muchas formas de darle un pequeño boost a las cosas básicas que siempre has hecho sin volverlas demasiado pervertidas. Ni siquiera tiene que tratarse de actos sexuales, se trata principalmente de que tú y tu pareja piensen en cómo excitarse mutuamente. (Aunque, por supuesto, también hay muchas cosas que consisten en tener sexo).

  1. Hablen sobre sus fantasías en común.

Fantasear juntos sobre el mismo escenario, incluso si esa es la forma en que generalmente tienen sexo, puede funcionar muy bien como una especie de deporte de equipo. «Tómate tu tiempo y ríndete a los detalles más pequeños», sugiere el educador sexual Kaz Lucas.

También pueden hablar sobre algo que nunca hayan hecho. Por ejemplo, ¿cómo sería el trío ideal? Intenten imaginar qué tipo de persona les gustaría como tercera persona, cómo les gustaría que esté vestida cuando la conozcan y a qué huele. Y por supuesto: cómo funcionaría una vez que los tres estén listos.

  1. Haz un audio masturbándote y mándaselo a tu pareja.

Si tú y tu pareja están lejos, mandar audios es una gran solución. A muchas personas les gusta más eso que mandarse videos. “Te mantiene excitado por más tiempo”, dice el psiquiatra Travis Meadows, que se especializa en educación sexual. “Da menos miedo que mandar un video, y también tienes las manos libres para tocarte”, dice. También te liberas de la presión de tener que actuar en ese mismo momento. Tómate tu tiempo y envía algo que te haga sentir bien.

Por ejemplo, puedes grabarte masturbándote o fantasear en voz alta sobre lo que quieres que la otra persona haga cuando vuelvan a estar juntos. Además, muchas notas de voz se pueden guardar y reproducir para cuando necesites un poco de inspiración.

  1. Vean porno juntos (o separados).

Hablando de inspiración, tu vida sexual también puede mejorar si ves a otras personas tener relaciones sexuales. Tener una estimulación visual de vez en cuando puede darte la confianza que necesitan para finalmente probar esa posición atrevida que has estado contemplando durante tanto tiempo. Si no quieren ver porno juntos, también pueden iniciar este tipo de conversaciones enviándole a tu pareja un video porno; simplemente dile con anticipación, de lo contrario es un poco raro.

  1. Hagan una lista de lo que quieren hacer, de lo que no hay forma que hagan y de lo que tal vez podrían hacer.

Las listas no son necesariamente atractivas, pero enumerar lo que les gustaría y lo que no les gustaría experimentar es un buen paso para poner en práctica sus ideas, dice la educadora sexual Janielle Bryan. «Si ambos hacen una lista de este tipo y la comparan, pueden ver dónde coinciden», dice.

Intenta hacer una lista larga. La mayoría de la gente puede escribir sin problema cinco ideas, pero intenta escribir mínimo 30. Puede ser un poco más complicado, pero también puedes pensar en otras cosas que no tengan que ver con sexo.

  1. Háblense sucio.

Las conversaciones sucias pueden eliminar la ansiedad que conlleva probar cosas nuevas. Es el juego previo perfecto antes de poner cualquier cosa en práctica. Si no saben por dónde empezar: túrnense para decir las cosas que quieren que haga la otra persona y viceversa. Di que te gusta cuando la otra persona hace X, es decir, “Me encanta cuando haces X porque Y”. Visita nuestra pagina de Sexchop y ver nuestros productos calientes.

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¿Cuándo empezaste a pensar en que tu condición podría afectar tu vida sexual?

Cuando iba a fiestas donde la gente no me conocía, pensaba que si usaba pantalones, podría parecer normal. Conocía a las personas que me interesaban y no les decía nada sobre mi pierna antes de intimar. Y cuando sucedía, hacía todo lo posible para que no me tocaran. Tenía un deseo casi patológico de parecer normal en esas situaciones. Estaba tratando de vivir mi fantasía de tener dos piernas.

¿Cómo fue tu primera experiencia sexual completa?
Empecé a tener sexo cuando tenía 18 años. Me había vuelto más abierta a ser queer y una persona con discapacidad. Por lo general, tenía sexo con personas que ya sabían que tenía una discapacidad y con quienes me sentía cómoda. Así que ya habíamos hablado de esto antes de hacerlo y la mayoría era respetuosa. Nunca me sentí rara en esas situaciones. Aunque solo dejo que mis parejas más cercanas toquen mi pie derecho. Además, solo me he quitado la prótesis con parejas serias. Solo me la quito para bañarme o dormir. Y no es lo mismo que quitarse la ropa para el sexo. Así que me la dejo puesta.

¿Cuándo fue la primera vez que pensaste en quitártela para tener sexo?
Creo que cuando me bañé por primera vez con mi pareja. Permitir que una pareja me viera de esa manera fue un paso importante de intimidad en mi primera relación seria. Pensaba como: “esto es parte de la intimidad, exponer nuestras capas”. Ahora se ha convertido en una especie de lenguaje de amor que utilizo para comunicar el nivel de intimidad a mi pareja.

¿Tuviste parejas que al principio se fijaran mucho en tu pierna o tu prótesis? ¿O este tipo de cosas se pierden frente a experiencias sexuales más serias?
Por lo general, pasa a segundo plano. Algunas personas sí me decían: «Puedes quitarte la prótesis si quieres». Entonces, obviamente estaban al tanto. Pero eso era todo.

¿Has tenido problemas para hacer ciertas posiciones durante el sexo por incomodidad, equilibrio o cualquier otra cosa?
Mi prótesis siempre ha sido bastante estable y cómoda. Pero puede resultar molesta para hacer algunas posiciones. A medida que fui creciendo, aprendí a través de la experiencia que es más fácil moverme de ciertas formas sin ella porque tengo mejor control de mi cuerpo. Por ejemplo, cuando estoy encima de alguien es más fácil quitármela, para tener más control de la profundidad.

¿Alguna vez has conocido a alguien que parezca tener un fetiche con tu pierna?
[Risas] Una vez en una fiesta un conocido que estaba borracho se me acercó y me dijo, en un tono lujurioso: «Entonces, ¿follas con la pierna puesta o sin ella?» Había oído hablar de los devotos, [personas con fetiches por las discapacidades]. Entonces pensé, “Ay, qué raro. ¿Será uno de ellos?”.

Apoyo el trabajo sexual y las trabajadoras, así que en un momento miré el contenido con esos fetichistas para ver cómo sería dejar que alguien me mire mientras me pongo o me quito la pierna, y por qué hay ciertas personas que están interesadas ​​en la gente con diferencias entre las extremidades o con otras discapacidades. Me fascina lo que hay detrás del fetiche. Creo que muchas veces es un instinto de querer cuidar al otro. Me preguntaba si eso me haría sentir empoderada. Al final, no me interesó intentarlo, así que no hice nada al respecto.

Cuando investigaste sobre el fetiche, ¿cuál fue tu reacción?
Me hizo preguntarme si estas personas seguirían viendo al ser humano dentro de la interacción sexual, y si yo me sentiría deshumanizada en ese tipo de situación.

Dijiste que estabas explorando tu lado queer al mismo tiempo que explorabas tu sexualidad como discapacitada. ¿Cómo fue?
Siempre me he sentido más cómoda con las mujeres o con la gente femenina cuando hablo de mi discapacidad, en todos los aspectos de mi vida. Siempre ha sido algo más difícil de discutir y explorar durante el sexo con los hombres cis. Gran parte de la exploración queer para mí se debió al consuelo que sentí al hablar con mujeres y lesbianas sobre mi discapacidad. Mis primeras experiencias queer me ayudaron a sentirme más sexy y más cómoda en mi propia piel, en general.

Existen muchas similitudes entre la cultura queer y la discapacidad (emancipación de las personas con discapacidad); los procesos y las ideas son similares, ambos se desvían de la norma. La discapacidad me ayudó a acceder a mi lado queer.

¿Puedes contarme un poco sobre tu relación actual?
Curiosamente, estoy con un hombre heterosexual y cis. Siempre fue mi amigo, mucho antes de que nos convirtiéramos en pareja. Cuando empezamos a interesarnos de manera romántica el uno en el otro, ya nos sentíamos cómodos estando juntos. De hecho, ya me había visto sin mi prótesis, porque a veces estábamos en posiciones en las que tenía que cambiarla mientras él estaba ahí.

La primera vez que tuvimos sexo sin la prótesis fue la primera vez que nos dijimos “Te amo”. Ahora estamos casados ​​y pasamos la cuarentena juntos.

Dado que estás en una relación tan íntima y has aprendido a tener más control sin la prótesis, ¿te la quitas con más frecuencia cuando tienen sexo?
Honestamente, depende de la hora, es una cuestión de logística más que nada. Si tenemos sexo en la mañana, por ejemplo, no me la pongo. No es como que piense: “Ah, ya vamos a tener sexo. Me voy a quitar la prótesis”. Si, por ejemplo, creo que quiero explorar cierta posición, elegiré conscientemente quitármela. Pero normalmente no me importa. Si quiero explorar una posición o cierto ángulo durante el sexo cuando tengo la prótesis, me siento lo suficientemente cómoda con mi pareja como para quitármela en ese momento.

¿Hay algo más acerca de tu experiencia con el sexo y la discapacidad que quieras compartir?
Solo eso, a medida que empecé a sentirme más cómoda y orgullosa de mi identidad como persona discapacitada, que ha sido un proceso gradual de leer a autores discapacitados, he reconocido cada vez más mi derecho al placer para seguir encontrando lo que me funciona en el sexo. (Mi pareja y nuestra intimidad juegan un papel importante para mí). Ahora me siento más sexy que nunca porque he explorado mi orgullo de ser una persona con discapacidad. No puedo esperar a envejecer y descubrir más cosas que me gustan: celebrar sexualmente como persona a través del sexo con mi cuerpo discapacitado. Visita nuestra pagina de Sexshop online y ver nuestros productos calientes.