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Cuatro verdades perdurables

Hay verdades perdurables sobre nosotros mismos que a veces no vemos ni recordamos. ¿Qué son? Son verdades que fueron reconocidas hace miles de años, y han resistido la prueba del tiempo. Aquí hay cuatro de ellos, y algunas ideas sobre cómo usar este conocimiento.

Verdades duraderas sobre el interés

propio Somos egoístas. Cuando nos sacrificamos por los demás, incluso esto está motivado por nuestros propios deseos. Esos deseos incluyen buenos sentimientos y querer ver o hacer el mundo como queremos que sea. Olvídate de esto, y nos amargamos tratando de «hacer lo correcto». Para evitar esta amargura que viene con el «deber», necesitamos ver cómo ser una buena persona y hacer lo correcto es solo interés propio.

También podemos señalar el interés propio de los demás cuando queremos corregir su comportamiento. Dile a un hombre que está equivocado, y generalmente no es suficiente para cambiar su comportamiento. Es mejor mostrarle su verdadero interés: que comportarse de una mejor manera es mejor para ÉL. No olvides el interés propio normal y saludable en tratar con los demás Y contigo mismo.

Verdades duraderas sobre los errores

Salvador Dalí dijo: «No tengas miedo a la perfección. Nunca lo alcanzarás». Tal vez veas esto como negatividad, pero reconocer la verdad nunca es un acto negativo. Todos cometemos errores. El hombre o la mujer más grande del mundo, quienquiera que sea, ha hecho algunas cosas estúpidas.

Esto no es un ataque a la grandeza humana, sino un reconocimiento de que no depende de hacer las cosas perfectamente. Los perfeccionistas ciertamente sufren por sus demandas sobre sí mismos, mientras que otros dudan en actuar por temor a los errores. Acepta que cometer errores es normal, y no te detengas en la posibilidad o la realidad de esos errores. Como dice Lao Tse: «Haz tu trabajo, luego da un paso atrás: el único camino hacia la serenidad».

Verdades duraderas sobre el aprendizaje

Nuestros errores nos dan la oportunidad de aprender, y así evitar errores aún mayores. Por supuesto, también podemos aprender de nuestros éxitos y de los éxitos de los demás. ¿Por qué no ver los errores y los éxitos, tanto los nuestros como los de los demás, como las grandes oportunidades que son? Simplemente aproveche esa oportunidad para aprender más y así vivir mejor.

Probablemente

has visto personas que parecen no aprender nada de sus errores, ¿verdad? ¿No has conocido y leído también sobre aquellos que cambiaron sus vidas? Una verdad menos importante es que las personas a menudo no cambian. La verdad mucho más importante para recordar, y la más importante de estas verdades perdurables, es que PODEMOS cambiar. Si quieres saber algo erotico no puedes perder esta oportunidad, sin moverte puedes visitar nuestra pagina de Lubricante anal y quizas comprar.