Todo el mundo tiene un talento. Todo el mundo tiene esa única cosa en la que es bueno, ese rasgo definitorio.
Todo el mundo tiene esa única cosa que aporta a la sociedad.
¿Tú? Bueno, eres muy bueno para no dejar que la gente te ame.
Tus habilidades incluyen el autosabotaje, la negación y las oportunidades perdidas. Tus especialidades incluyen arruinar todo lo bueno que te sucede y la incapacidad de ver el amor cuando está frente a ti.
Pero bueno, eres muy bueno rechazando el amor. También eres muy bueno queriendo algo, solo para arruinarlo una vez que lo tienes.
Eres muy bueno emborrachándote en el peor momento posible y recuperando la sobriedad hasta un desastre que no puedes recordar. Eres muy bueno para estar solo.
Eres muy bueno en las citas para cenar… que terminan en lágrimas.
Tienes la habilidad inexplicable de poder meterte el pie en la boca más que la comida.
Aprovechas cada oportunidad íntima y la arruinas con alcohol y una guarnición de. Alejas a tu cita antes de que tenga la oportunidad de ser algo más.
Eres muy bueno compartiendo historias… con su terapeuta.
Te abres a todas las personas equivocadas. En lugar de decirle a la persona que amas cómo te sientes, se lo dices a todos los demás.
En lugar de halagar o elogiar a tu pareja, la insultas y te metes con ella o ella.
Tienes un verdadero talento para dar a las personas equivocadas la mejor parte de ti y a las personas correctas nada.
Eres muy bueno abrazando… con su computadora portátil.
No eres natural en la cama (no me refiero al sexo). Quiero decir que no eres natural para compartir la cama o ceder tu espacio a alguien.
Estás tan acostumbrado a Netflix y Tumblr que has olvidado cómo vivir como todas esas personas que siempre estás viendo y leyendo.
Eres muy bueno abriéndote… viejas heridas.
En lugar de dejar ir el pasado, lo dejas entrar en la conversación. Actúas como si hubieras superado algo, y luego lo mencionas cada vez que puedes.
Eres un maestro en pellizcar un corte pequeño hasta que tenga una hemorragia.
Eres muy bueno discutiendo el pasado… cuando destroza su relación.
No te acuerdas de lo bueno, solo de la. Te aferras a los peores recuerdos y mantienes al chico que te ama encadenado a esos uno o dos pequeños errores que cometió hace tanto tiempo.
Tienes el hábito de no dejar pasar nada de nada, excepto tus posibilidades de ser feliz.
Eres muy bueno diciendo lo que piensas… cuando es un insulto.
El único momento en el que eres directo es cuando vas directo al corazón.
Tienes la habilidad antinatural de encontrar excavaciones en el más pequeño de los incidentes y convertir pequeñas grietas en agujeros abiertos.
Guardas las cosas que deberías estar diciéndole, como por qué estás realmente molesta, dentro y dejas que se filtren por tus propios poros diminutos. Visita nuestra pagina de Sexshop y ver nuestros nuevos productos que te sorprenderán!